Han pasado diez años desde que estalló la guerra, y el
matrimonio sigue sin conocer el paradero de sus hijos, sin saber si su país fue
el agresor o el agredido; siguen amándose y sus vidas transcurren sencilla y
rutinariamente.
Un día un muchacho mudo entra en su propiedad y los
acompañará cuando las autoridades comuniquen que la zona debe ser evacuada y que
tienen que poner rumbo a la ciudad transparente.
En su interior, la ciudad transparente es casi un paraíso
que provee a sus habitantes de todo aquello que cualquiera desearía en un
hogar: armonía, limpieza y protección. Impera un orden riguroso, una calma
autoritaria y una absoluta transparencia: no están permitidos los secretos ni
las paredes.
En una sociedad en la que lo privado es de dominio público,
en un mundo feliz y asfixiante que ataca pasivamente a la dignidad del ser
humano, emergen los más estremecedores augurios de nuestro futuro.
«Una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la
manipulación colectiva, una parábola de nuestras sociedades expuestas a la
mirada y al juicio de todos. Sin caer en moralismos, a través de una voz
humilde y reflexiva con inesperados golpes de humor, el autor construye una
fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos. La
trama de Rendición sorprende a cada
página hasta conducirnos a un final impactante que resuena en el lector tiempo
después de cerrar el libro.»
Comentarios
Publicar un comentario